El mundo de antivirus

viernes, 1 de junio de 2018

Por supuesto, cada uno de nosotros se habrá preguntado: “¿Será tan complicado arreglarlo todo? Castigar a los estafadores, detectar a los creadores de virus... La ciencia poco conocida dará la respuesta – la economía de crimen y castigo.

Normalmente se considera que el castigo debe asustar a los delincuentes. Es decir, al establecer medidas de castigo correspondientes y multas importantes, así como al mejorar el funcionamiento de los cuerpos de seguridad, será posible asegurar la protección adecuada contra la delincuencia a ciudadanos. Pero en la práctica no es así: por ejemplo, en China hasta los fusilamientos no ayudan a afrontar la corrupción.

El economista estadounidense Gary Stanley Becker publicó un artículo en el año 1968 “Crime and Punishment: An Economic Approach” (Crimen y castigo: un enfoque económico) y ofreció un enfoque totalmente distinto. Según el mismo, el crimen puede ser analizado como un tipo de negocio de riesgo. Los delincuentes potenciales piensan en el posible beneficio del crimen, lo comparan con las posibles pérdidas en caso de castigo, y seleccionan el tipo de actividad (legal o ilegal) que mejorará su bienestar. Los cuerpos de seguridad también se comportan de forma racional: seleccionan los métodos para afrontar la delincuencia que permitirían minimizar las pérdidas totales de la gente con esfuerzos mínimos por parte de los cuerpos de seguridad.

¿Cómo, según esta teoría, se determina el nivel de delincuencia?

¿Será posible acabar con la delincuencia solo al mejorar las medidas de represión? En teoría, sí. Implantar los chips a la gente, la desanonimización completa de Internet en total, conexión de los equipos personales a la nube al implementar el análisis heurístico … Será posible hacer todo esto, se trabaja en eso.

Pero si lo vemos desde el punto de vista de relación de gastos y ventajas, habrá que pensar qué causará más pérdidas – la delincuencia o las medidas de afrontarla. La mejora de la protección mejorará nuestra seguridad, pero para implantar estas medidas se necesitará dinero, que pagamos como impuestos. Y eso sin tomar en cuenta la necesidad de cumplir con procedimientos incómodos.

El principio de comportamiento de optimización en este caso requiere minimizar los gastos totales causados por le delincuencia que incluyen tanto las pérdidas de la sociedad causadas por las delincuencias, como los gastos de la sociedad para prevenirlas. Para minimizar las pérdidas sociales comunes, la sociedad debe aceptar algún nivel óptimo (no cero) de comportamiento delictivo.

Por ejemplo, a nadie le gusta si se roba el dinero de su tarjeta, pero ¿deseará la sociedad y tendrá bastante dinero para que la policía analice cada solicitud de las víctimas, sin importar la suma robada?

Por otra parte, el nivel de delincuencia se determinará no solo por el tipo de crimen, sino por la diferencia de ingresos de la actividad legal e ilegal. Es decir, para acabar con los envíos de spam, no solo habrá que acabar con los spammers, sino también quitarles sus clientes. Si no tiene clientes, no habrá spam. Pero ¿está preparada la sociedad para el control total de todos los pedidos?