El mundo de antivirus

jueves, 4 de diciembre de 2025

En las opiniones de usuarios sobre todo tipo de aplicaciones para dispositivos móviles, a veces aparecen quejas sobre el «alto consumo de energía de la aplicación», es decir, un rápido agotamiento de la batería durante su funcionamiento. Este tipo de comentarios, aunque no muy frecuentes, también son comunes en las opiniones sobre el funcionamiento del software antivirus de distintos fabricantes, incluidos los productos Dr.Web. En la edición de hoy de El Mundo de Antivirus intentaremos averiguar si un programa antivirus realmente consume mucha energía y cuál es el impacto de las aplicaciones en la autonomía del dispositivo.

Particularidades del consumo de energía durante el funcionamiento de las aplicaciones

Para comprender mejor cómo pueden impactar varias aplicaciones en la descarga de la batería, es necesario determinar primero quiénes son los consumidores directos de energía, y estos son los componentes de hardware.

Los dispositivos móviles modernos están formados por numerosos módulos de hardware, entre los cuales cabe destacar:

• equipos de procesamiento (unidad central de proceso y otros coprocesadores, controladores)
• equipos de comunicaciones (antenas de transmisión y recepción, transmisores y amplificadores de señal)
• dispositivos de entrada/salida y periféricos (cámaras, micrófonos, sensores, pantalla, altavoces, motores de vibración, etc.)
• el sistema de alimentación (batería con su controlador, así como dispositivos adicionales, por ejemplo, módulos de carga inalámbrica)

El funcionamiento de todos estos sistemas está administrado por el software: tanto por el firmware de bajo nivel como por las aplicaciones de sistema y las aplicaciones de usuario. El software utiliza los recursos de hardware para ejecutar sus tareas, lo que, a su vez, consume la carga de la batería. Cuanto más a menudo y con más intensidad use una aplicación los componentes del dispositivo, y cuanto menos eficiente sea al hacerlo, más rápido se agotará la batería. Por eso la autonomía de cualquier dispositivo móvil depende tanto de la carga que suponen las aplicaciones en funcionamiento.

Veamos cómo ocurre esto tomando como ejemplo el funcionamiento de un programa antivirus. El consumo de energía durante el funcionamiento de un antivirus depende directamente de las tareas concretas que el mismo esté realizando en cada momento. Por ejemplo, cuando un antivirus funciona en segundo plano, utiliza cierto volumen de recursos del sistema, como la potencia de cálculo del procesador, la memoria y el subsistema de disco. En un producto optimizado, con una lógica eficaz y un código bien escrito, el consumo de energía será reducido. Así, en el modo de protección en segundo plano, la aplicación antivirus solo supervisará los archivos nuevos o modificados y la actividad sospechosa, lo que reduce la carga sobre el sistema y, como consecuencia, el consumo de energía del dispositivo.

Cualquier antivirus necesita actualizar periódicamente sus bases de datos de virus y, la mayoría de las veces, esta función se ejecuta de forma automática (como, por ejemplo, en los productos de la familia Dr.Web). Durante la descarga de actualizaciones, el antivirus utiliza las funciones de red para conectarse a Internet y, por tanto, «despierta» los módulos de radio. Además, muchas aplicaciones antivirus recurren a servicios en la nube para su funcionamiento y para el escaneo de archivos sospechosos, lo cual requiere transferir datos por Internet. Todo esto incrementa el consumo de energía, pero conviene señalar de inmediato que, en el flujo general de tráfico de red de un smartphone moderno, esta carga por parte del antivirus es, literalmente, una gota en ese «mar de información».

Otra tarea habitual es el escaneo de archivos bajo demanda. En este modo, especialmente durante un escaneo completo del sistema, el antivirus utiliza la capacidad de proceso del dispositivo de forma más intensa que cuando funciona en segundo plano. El consumo de energía durante el escaneo puede variar considerablemente en función de los siguientes factores:

• la frecuencia con la que se realizan el escaneo y la profundidad del mismo.
• el número de archivos analizados, incluidos los presentes en soportes extraíbles.
• los algoritmos del motor de escaneo antivirus y la calidad del código: como ya se ha señalado más arriba, las aplicaciones bien optimizadas utilizan de forma eficaz los recursos del dispositivo y minimizan el impacto sobre la batería.
• la carga del sistema debida a la ejecución simultánea de otros programas. En este caso aumenta la carga global sobre el procesador y la memoria, lo que se traduce en un uso menos eficiente de la carga de la batería. Además, el sistema operativo Android puede no contabilizar de forma del todo correcta el consumo de energía del antivirus cuando varias aplicaciones de alto consumo de recursos se ejecutan al mismo tiempo.
• las características de hardware: el rendimiento del procesador y el grado de desgaste de la batería. Así, un procesador potente y eficaz procesa los datos del escaneo con mayor rapidez y reduce el tiempo de funcionamiento bajo alta carga. El estado de la batería, por su parte, influye en su capacidad para suministrar carga bajo demanda; las baterías antiguas se descargan notablemente más rápido cuando el consumo de energía del dispositivo es elevado.

Las tareas mencionadas más arriba son las más habituales en el funcionamiento de un antivirus. Pero no hay que olvidar las funciones adicionales que pueden implementarse en uno u otro producto. Así, en Dr.Web Security Space para dispositivos móviles se incluyen componentes de protección auxiliares como el Firewall, el Antirrobo, el Control parental, los filtros de llamadas y algunos otros. Su activación y funcionamiento en segundo plano también consumen cierta parte de los recursos del sistema; sin embargo, dentro del consumo de energía global, esta cuota es reducida. Por ejemplo, el Antirrobo no utiliza el GPS ni otros módulos de comunicación hasta que recibe una orden del usuario, por lo que su impacto en la batería es mínimo. Lo mismo puede decirse del resto de componentes, a excepción del Firewall, al que conviene dedicar una mención aparte.

Cuando está activado, el Firewall funciona de manera continua en segundo plano para monitorizar el tráfico de red entrante y saliente. En la implementación para Android utiliza la tecnología VPN, lo cual le permite interceptar y analizar cada paquete de datos que pasa por el dispositivo, sin necesidad de obtener permisos root. Este filtrado constante requiere un uso continuado de los recursos del procesador. El impacto final en el consumo de la batería dependerá directamente del volumen de tráfico de red que generen las aplicaciones monitorizadas. Cuanto más intensamente utilice el usuario Internet (visualización de vídeo, descargas, juegos en línea, actualizaciones frecuentes), más trabajo tendrá el Firewall y mayor será el consumo de batería.

Cómo comprobar el impacto del antivirus en la batería en Android

En Android es posible comprobar el impacto de cada aplicación en la batería mediante las estadísticas integradas de consumo de energía. Para acceder a la pantalla de estadísticas, abra los ajustes del teléfono, busque la sección «Batería» y, en el menú que se muestre, seleccione «Uso de la batería» (los nombres de los apartados pueden variar ligeramente en función del fabricante). En la lista que se abrirá verá las aplicaciones ordenadas de mayor a menor consumo de batería. En esta misma pantalla se indica el porcentaje de uso de batería de cada aplicación para un periodo determinado (normalmente, las últimas 24 horas o desde la última carga completa). En la mayoría de las versiones del sistema es posible abrir estadísticas detalladas de cada aplicación para ver el tiempo de uso activo (cuando el usuario interactúa directamente con la aplicación) y el tiempo de actividad en segundo plano (cuando la aplicación no es visible para el usuario, pero sigue funcionando).

También existen herramientas de terceros para monitorizar el consumo de energía, algunas de las cuales ofrecen datos más detallados. Sin embargo, hay que tener en cuenta que ni estas aplicaciones ni el propio Android son técnicamente capaces de generar estadísticas de consumo de energía absolutamente precisas para cada aplicación por separado. Las estadísticas disponibles son siempre únicamente una estimación aproximada.

Esto se debe a que el dispositivo móvil no dispone de contadores eléctricos independientes para cada componente de hardware y, mucho menos, de contadores desglosados por aplicación concreta. A ello se suma que cada componente tiene una potencia no lineal: el consumo de energía en un momento dado varía considerablemente en función del modo de funcionamiento y de la carga actual. En vez de medir directamente la corriente, el sistema recurre a algoritmos y modelos de cálculo basados en la intensidad con la que las aplicaciones utilizan los componentes de hardware. Por ejemplo, Android solo puede estimar durante cuánto tiempo el procesador está ejecutando el programa o, por ejemplo, con qué frecuencia recurre a las funciones de red. A partir de estos datos, el sistema calcula un consumo de energía «virtual», distribuyendo el consumo aproximado de corriente de todos los componentes entre las aplicaciones que los han utilizado. A continuación, estos datos se agregan para cada aplicación y se muestran en las estadísticas.

La falta de precisión no se debe solo a los métodos indirectos de estimación. Como ya se ha mencionado más arriba, la multitarea y el uso paralelo de los recursos por parte de varias aplicaciones o procesos también incrementa el margen de error en las estadísticas.

Para evaluar con mayor precisión el consumo de energía del antivirus, se puede controlar manualmente el gasto de batería durante su funcionamiento, minimizando al mismo tiempo la influencia de otras aplicaciones. Por ejemplo, se puede iniciar un escaneo completo y no utilizar el teléfono mientras dure el mismo. Comparando el nivel de carga restante antes y después, se puede sacar una conclusión sobre el consumo de energía del motor de escaneo antivirus. De manera similar, puede estimarse aproximadamente el consumo en segundo plano comparando la descarga de la batería durante la noche con el antivirus en funcionamiento y sin él. En este caso es muy importante que las condiciones de uso del dispositivo sean lo más similares posible en ambos casos.

Qué hacer si el antivirus descarga demasiado la batería

Hemos visto que la influencia del antivirus sobre la batería puede variar en función de muchas condiciones, pero en la mayoría de los casos es moderada. Si sospecha lo contrario y, en las estadísticas de consumo de energía del sistema, su antivirus ocupa una cuota anormalmente alta, conviene analizar las condiciones en las que está funcionando. Con un uso intensivo del dispositivo —instalación frecuente de nuevas aplicaciones y trabajo con grandes volúmenes de datos (incluidos los archivos de caché de mensajería y navegadores)— el antivirus también empieza a escanear continuamente los datos en busca de amenazas, y funciona en un modo de carga máxima. La presencia de un Firewall activo y de otros componentes puede incrementar notablemente la carga en este caso. La situación se verá agravada por el modo multitarea del que hablábamos más arriba. En este escenario, por un lado, aumentará la carga sobre la batería y, por otro, el sistema operativo puede atribuir erróneamente al antivirus un consumo de energía elevado debido a conflictos de recursos y a una atribución incorrecta del consumo de las distintas funciones y servicios del sistema.

En este caso, para realizar un «diagnóstico» más preciso, conviene evaluar el consumo de energía del antivirus manualmente y en un modo lo más aislado posible, tal y como se ha mencionado más arriba. Además, no estará de más revisar la configuración de la aplicación: es posible que su antivirus esté realizando escaneos completos programados con demasiada frecuencia, lo que puede resultar excesivo.

Por último, el problema puede deberse al desgaste natural de la batería, y el funcionamiento del antivirus simplemente lo hace más evidente. Algunos dispositivos permiten consultar en porcentaje el recurso aproximado restante de la batería. Las baterías desgastadas no proporcionan un nivel de autonomía adecuado bajo cargas elevadas.

En cualquier caso, hay que recordar que un mayor consumo de batería es un motivo para localizar la causa, pero no un motivo para desinstalar el programa antivirus. Si no consigue resolver el problema por sus propios medios, puede ponerse en contacto con el servicio de soporte técnico.